Si lo viste, lo conociste o lo conocías, el trágico fallecimiento de Robin Williams la semana pasada (11 de agosto de 2014) sin duda te conmovió. Maníaco, brillante, versátil, vulnerable, compasivo, su obra y su vida enriquecieron a muchos. Quizás ya tengas suficientes recuerdos tristes.
Algunas anécdotas de ciclistas. Para nosotros, era un apasionado de la bicicleta y eso le daba aún más sentido a su trabajo.
Era un chico de Mill Valley y fue a la escuela con Potts, Breeze y los demás. Un buen amigo mío trabajaba en un bar en los años 70 y siempre hablaba de un tipo tan gracioso que nadie podía hacer nada.
Por cierto, entre los compañeros de clase de Redwood High también se incluye Pete Carroll, entrenador de los Seattle Seahawks, campeones del Super Bowl XLVIII.
Esto ocurrió en Bicycle Habitat, Nueva York, hace unos dos años. El mensajero era un punk rockero en decadencia que no podía permitirse reemplazar todo lo que le habían robado de su bicicleta. Bromeando, le preguntó a Robin Williams (quien estaba en la tienda) si tenía alguna bicicleta usada que pudiera venderle. Robin, educadamente, respondió que temía no... que no serían de su talla. El chico dejó el cuadro desmontado en la tienda... y se fue a ver qué piezas o dinero podía conseguir. Al día siguiente, recibió una llamada de Bicycle Habitat. Su flamante Bianchi Pista estaba lista para ser recogida. Pagada por el Sr. Williams. La noticia corrió rápidamente entre la comunidad ciclista neoyorquina. Otra razón más por la que Robin era tan querido por muchos.
Cuando se le pregunta sobre llevar el ciclismo a la gran pantalla, Williams se muestra circunspecto, aunque habla con entusiasmo de su película favorita sobre bicicletas: Vive Le Tour, un documental sobre el Tour de 1962 del director francés Louis Malle. «Lo que más me gusta hacer es montar en bicicleta. Uso bicicletas de carretera. Y para mí, es la meditación móvil», citan a Williams en uno de sus tuits. Sentía que el ciclismo era «lo más parecido a volar».
Gracias a sus participaciones en la carrera más famosa del ciclismo, Williams también conoció a la leyenda belga Merckx, quien dominó el deporte en la década de 1970 con una serie de victorias en todas las grandes vueltas y clásicas de un día... "Estoy conmocionado por la muerte de Robin Williams", declaró Merckx a la emisora de radio belga VRT el martes. "Tenía un gran sentido del humor y era un fanático del ciclismo. Era, sobre todo, un gran amigo de Lance Armstrong, pero me conocía y sabía lo que había ganado...". Eddy también mencionó haber montado en bicicleta con Robin en varias ocasiones durante su estancia en Estados Unidos.
Durante la siguiente media hora, solo éramos dos chicos hablando. Mencioné que ambos teníamos bicicletas de carretera italianas fabricadas por la misma tienda de la zona, Above Category. Williams, un ciclista apasionado y coleccionista de toda la vida, era un gran admirador de las hermosas bicicletas Pegoretti con cuadro de acero, originarias del norte de Italia. "Son como montar a caballo, tan ágiles y suaves", dijo. [- Marco della Cava, USA Today]
Cuando le preguntaron sobre su enorme colección de bicicletas, Williams dijo: "Parece mucho, pero ocupan menos espacio que un coche. Cuando voy en bicicleta me siento como un budista feliz simplemente disfrutando de su vida cotidiana".
"Robin también había admitido en voz baja que después de defender vehementemente a Lance Armstrong durante tantos años, tras la revelación final de su dopaje criminal a Oprah, se sintió apuñalado por la espalda por alguien a quien había considerado durante mucho tiempo un buen amigo".
Recuerdo la NAHBS de 2008 en Portland. Un evento enorme que marcó el inicio de la era de las Handbuilt Shows. Sam Whittingham, de Naked Cycles, ganó el premio a la Mejor Bicicleta de la Exposición (votado por los expositores y la prensa), el premio al Mejor del Público (votado por los asistentes) y el premio al Mejor Presidente (elección del propio Don Walker), con su belleza con llantas de madera. Lance llegó primero y la compró para su tienda Mellow Johnny Shop en Austin. Robin llegó un poco tarde y también intentó comprarla.
Pero allí, Robin conoció al constructor de cuadros italiano Dario Pegoretti. Congeniaron, cenando juntos esa noche. Robin encargó la primera de varias bicicletas Pegoretti que llegaría a poseer y apreciar. Me llamó la atención una de las bicicletas de exhibición de Pegoretti con llantas de madera Wheel Fanatyk, por aquel entonces importada.
Campo de golf:
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Anonymous
noviembre 02, 2021
I am the guy that started the Bicycle Kitchen (tambien conocida como La BiciCocina) in Los Angeles — founder is too lofty a term. And I say this in this way, because amid the pungent and sweet mixtures of messenger sweat, Tri Flow lube and Chilean empanadas down on Heliotrope Drive, one miserably hot day in walks in Mr. Williams. He was there not to get to his bicycle worked on or work on his own bicycle — as that is what the space helped Angelinos do — he was there, at ground zero of the L.A. street bicycle movement rubbing greasy elbows with organizers, artists, musicians, couriers, chefs, pyro-technicians, environmentalists, feminists, working class cyclists … he was there to be with everyone as he was one of them, despite the lofty circles his work took him to. I believe it was Orlando, our very first Bicycle Kitchen “Cook” who received the donations from Mr. Williams and, in good form, Orlando treated him like he would any other client at La BiciCocina, like he was exactly just one of us pedaling away toward a better place against the stream. RIP señor Williams — may the cosmic peloton keep your spirit laughing and whirling like you did on this mortal plane.