abril 16, 2016
Dado que los expertos en ruedas saben que los tensiómetros son opcionales para los niveles más altos de construcción, preguntémonos: "¿Por qué usar uno?" Después de todo, algunos son inversiones sustanciales.

Fui co-presentador del primer tensiómetro de consumo en 1985 y todavía los vendo hoy, por lo que tengo un sesgo (o 2) y algo de perspectiva.
¿Qué hacen?
Los constructores experimentados tienen razón: una buena rueda no requiere un tensiómetro. Incluso los principiantes pueden aprender todo mediante ensayo y error.
El uso de un tensiómetro reduce la posibilidad de una tensión incorrecta de los radios, el fallo más común en las ruedas de alambre. Tanto el promedio como la distribución de la tensión deben estar dentro de un rango estrecho para que los componentes se integren de forma óptima en una estructura única y robusta.
Apretar los radios, pulsarlos y sentir la resistencia al girar las boquillas son formas de controlar la tensión, además de usar una herramienta de medición específica. Un tensiómetro evita interpretaciones erróneas debido a:
- Los radios gruesos se sienten más apretados que los delgados porque son más rígidos al apretarlos.
- Niples que sugieren mayor tensión si resisten el giro debido a la corrosión o falta de lubricación.
- El material y la geometría de los orificios de las llantas y de los cabecillas afectan en gran medida la fricción de torsión.
Los tensiómetros pueden ver a través de todo esto, una bendición para los principiantes.
Una herramienta de formación
Más que permitir la tensión adecuada, al observar la tensión numéricamente, se forman asociaciones sin esfuerzo consciente. Te entrenas para percibir la tensión, tal como un pulsómetro te entrena para conocer tu ritmo cardíaco.
Tras miles de observaciones, la tensión de las ruedas se vuelve cada vez más intuitiva. Los modelos de llanta, las tensiones con diferentes radios y cabecillas, el tiempo de acabado y los resultados a largo plazo se asocian. Este panorama mental se construye mejor con un tensiómetro y, a medida que se acumula experiencia, se perfecciona la pericia. Esta intuición distingue a los expertos de los principiantes y permite construcciones muy rápidas.
La conversación
Dado que los números son mejores que adjetivos como "apretado", "no tan apretado", "muy apretado", etc., fabricantes de componentes, constructores, periodistas y ciclistas pueden intercambiar ideas y compartir experiencias con un lenguaje numérico común. Los kilogramos de fuerza y los newton-metros facilitan la instrucción y la conversación. Este debate continuo define el desarrollo de productos y el diseño de ruedas. Sin él, el mundo del ciclismo sería más aleatorio y peligroso.
Seguridades
Hoy en día, lo mejor es demostrar que se usa un tensiómetro y se tiene respeto por el tema. Claro, es parte de marketing, pero la gente tiende a emitir juicios precipitados, sobre todo cuando hay confianza en juego. Hay muy pocas herramientas para construir ruedas, a pesar de su proeza de ingeniería. Las insensibilidades y las menciones de nombres solo sirven hasta cierto punto para generar credibilidad. Los consumidores modernos suelen preferir un taller impecable y bien equipado a uno de diseño espartano, a pesar de las buenas reseñas.
Así que recuerda
Hay dos niveles en juego en tu construcción. Uno es la rueda que tienes delante, que busca ser la mejor posible. El otro es el aprendizaje que aporta la experiencia. Desarrollar tu intuición sobre el comportamiento de los componentes, especialmente de los radios, es un tesoro inmenso: la clave de la velocidad, una reserva de paciencia, un recurso para asesorar a los pilotos y un estímulo para las ideas de diseño. No es de extrañar que muchos constructores...
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