mayo 21, 2007
Cada pocos años, los Cermenati viajan a un bosque predilecto de hayas antiguas en Eslovenia. Talan una, la muelen y las tablas se llevan a Italia para su maduración.
Cuando llega el momento adecuado, la madera se corta en tiras más pequeñas.
Tradicionalmente, las tiras largas se remojaban antes de darles forma. Sin embargo, hoy en día, las láminas son más delgadas (solo unos milímetros) y se pueden doblar sin mojarlas.
Las finas tiras están recubiertas con una moderna resina epoxi de dos componentes y dobladas en espiral, formando un aro. Entre cada tira hay una capa de tela de algodón. Tiras más finas, laminados más numerosos, resina epoxi de dos componentes y capas de algodón son mejoras recientes del proceso de fabricación tradicional, lo que crea llantas considerablemente más resistentes y estables. A simple vista, nada de esto se aprecia fácilmente y las llantas siguen siendo totalmente artesanales. Llantas Ghisallo: tradicionales pero modernas.
Los aros en espiral están pegados de forma segura.
La forma básica del borde está pegada.
El aro encolado se corta con una fresadora horizontal.
Después de varios cortes, el aro adquiere su forma final.
La llanta se perfora con precisión para las boquillas en esta máquina especializada. Una vez perforada, cada llanta se lija cuidadosamente y se le aplican varias capas de epoxi marino. El proceso es básico, pero se requieren muchos años de experiencia para producir llantas con un rendimiento legendario. No es un proceso barato, pero estas llantas están a la altura de las mejores jamás fabricadas.
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